Toda forma responde a su tiempo y así también los Arquitectos. Habría entonces que preguntarse por los tiempos que corren para poder elaborar propuestas nuevas, pertinentes y contemporáneas.
La vieja escuela nos daba prácticamente 2 alternativas en cuanto a modalidad de conocimiento y acción: ser un generalista o un especialista.
En su tiempo y contexto unos y otros fueron necesarios, aplaudidos y reconocidos.
Algunas voces más recientes, sobre todo en contextos de emprendimiento digital, hablan de la urgencia de volverte a toda costa un especialista y manejar al detalle una determinada materia.
O incluso una fracción de ella.
Los Arquitectos somos -debido a nuestra formación- originalmente generalistas.
Luego, en nuestra etapa profesional nos adentramos en determinadas áreas o temas con mayor o menor grado de profundidad.
¿Nos convertimos por esto en especialistas?
Probablemente Si. En la medida que aprendemos a hacer y conocer muy bien aquello que elegimos.
La vieja escuela también nos enseñó que o eras esto o aquello, pero jamas ambas cosas.
Nos planteaba las opciones como archi enemigas, contradictorias e incompatibles.
Ha pasado ya un buen un tiempo de la vieja escuela, y hoy aquella encrucijada se comienza a diluir.
Hoy no son tiempos de esto o aquello. Son tiempos donde prima el balance y la adaptabilidad a los cambios.
Son tiempos donde se requieren y surgen nuevas modalidades de conocimiento.
Un nuevo talento se asoma: Los Perfiles «T»
En un reciente post de mucha simpleza y claridad (suelen ir juntas) titulado «El talento líquido tiene forma de letra», el escritor/artesano José Miguel Bolívar, nos advierte acerca de lo pertinente de desarrollar un nuevo talento.
Talento que, curiosamente, tiene forma de letra: «Los Perfiles T».
Un talento en el que se conjuga lo mejor de los especialistas y generalistas.
Este nuevo talento surge en sincronía y requerimiento a los tiempos que corren.
Y nuestro tiempo está marcado por condiciones como la incertidumbre, el cambio, la creatividad y por sobre todo la vieja y querida capacidad de adaptación.
¿Adaptación a qué? Pues a los tiempos que corren y, sobretodo, a la incertidumbre.
«Un «perfil-T» es un profesional que domina una materia concreta (el «palo» vertical de la «T») y que a la vez tiene un conocimiento suficientemente amplio de una variada gama de materias adicionales complementarias (el «palo» horizontal de la «T»), unido a una gran capacidad empática, lo que le permite trabajar fácilmente de forma colaborativa.
Otra ventaja adicional que ofrecen las personas con «perfil-T» es que les resulta comparativamente más fácil adaptarse a las nuevas necesidades que van emergiendo en la organización, ya que pueden desarrollar cualquiera de sus habilidades de generalista con un esfuerzo adicional muy inferior al que supondría para cualquier especialista.
Por si todo esto fuera poco, los «perfiles-T» son capaces de rendir más que los perfiles tradicionales, ya que, al dominar más materias, disponen generalmente de más recursos, los cuales pueden movilizar para alcanzar sus resultados».
En este nuevo Perfil T subyace la idea de una persona que posee ambas dimensiones del conocimiento: la general y particular.
Este nuevo talento no precisa el tomar partido entre una u otra dimensión del conocimiento como antaño.
Esta idea nos libera a quienes habitamos -de algún modo- en la frontera entre estos dos ámbitos del conocimiento.
Ya lo dije: los Arquitectos partimos el juego siendo generalistas, lo cual me parece bien y necesario.
Si empezáramos el juego siendo especialistas dejaríamos de ser Arquitectos y pasaríamos a ser Arquitectos+la especialidad:
Arquitecto Técnico, Arquitecto Calculista, Arquitecto Gestor, Arquitecto Urbanista, etc.
Entonces la generalidad como punto de partida.
La comprensión del todo antes de desarrollar conocimientos específicos y -en el mejor de los casos- pertinentes.
Toda Forma Responde a su Tiempo
Toda la dimensión generalista de la Arquitectura tiene un punto de convergencia y de especialización: El Diseño.
Hablar de Arquitectura apela a nuestra condición de generalistas. Diseñar apela a nuestra dimensión de especialistas.
El Diseño como la gran herramienta de síntesis y propuesta que tenemos los Arquitectos.
Diseñar es un verbo, y por lo tanto implica una acción muy concreta.
Y dicha acción tiene una consecuencia: LA FORMA.
Si miramos la historia de la humanidad, podríamos comprender muchas cosas de cada época a través de las formas que distintos Arquitectos generaron.
Es decir que las formas son un espejo de nuestro tiempo y el diseño una manifestación temporal y cultural.
La diseñadora, ilustradora y animadora Jackie Lay ha creado este interesante video donde hace un recorrido visual de la relación entre distintas épocas y el diseño de casas.
He aquí «A Brief History of Housing»:
La Adaptación al Cambio en Tiempos Inciertos
La Revolución Industrial significó uno de los grandes cambios sociales de los últimos tiempos.
Lo más significativo desde el punto de vista demográfico fue el éxodo masivo de las personas del campo a la ciudad.
Y este hecho transformó en muchos aspecto la Arquitectura:
El surgimiento de nuevas (y muchas) escuelas de Arquitectura, la utilización de nuevos materiales, el surgimiento del movimiento moderno y el desarrollo masivo de viviendas.
Estas nuevas ciudades interpelaron de forma directa nuestra disciplina y nuestra manera de actuar y entender la Arquitectura.
Los Arquitectos, por decirlo así «nos adaptamos» a ese tiempo y fuimos, a través de nuestros diseños, protagonistas muy activos del siglo XX.
Lo fuimos evidenciando formalmente nuestros aciertos y también nuestros errores.
Que como tantas cosas, son mucho más fáciles de observar con el paso del tiempo.
Pero hay una diferencia abismal entre el espíritu que guió la Revolución Industrial y el espíritu que guía los tiempos que corren.
La Revolución Industrial estuvo guiada por una idea de estabilidad, certeza y de caminar hacia un lugar seguro y mejor.
Y me atrevo a decir que son 2 las condiciones que guían los tiempos que corren: el Cambio y la Incertidumbre.
El cambio es la fuerza predominante en los tiempos que corren. Cambia la tecnología, el sistema político, las sociedades, el clima, las modalidades de trabajo, etc.
Cambiar es un proceso inevitable y por mas que muchas veces los cambios lleguen de forma inesperada hay que aceptarlos y aprovecharlos al máximo.
Las personas tenemos una inclinación a vivir de manera previsible aunque sabemos que existen muchas cosas que no podemos controlar.
La incertidumbre al igual que el cambio es es algo intrínseco a la naturaleza humana y parte de nuestra vida cotidiana.
No es mas que el grado de desconocimiento de una condición futura. El no tener ni idea de cómo será nuestra vida en los próximos años.
Quizás por una cuestión natural y sobre todo cultural, las personas le tememos a lo incierto.
La muerte, nuestra gran incertidumbre, estará siempre ahí para recordarnos lo poco previsible que es nuestra condición humana.
Aceptar y abrazar lo incierto, más alla de una cuestión natural, es una necesidad y una estrategia de adaptación a los tiempos que corren.
La incertidumbre es neutra y nada bueno o malo hay en ella. Lo que marca la diferencia es nuestra actitud respecto a ella.
La incertidumbre como la gran posibilidad que se nos presenta para abrir nuevos frentes de desarrollo personal y profesional en los tiempos que corren.
Abandonar las certezas es un impulso vital que nos lleva a explorar nuevos territorios, haciendo florecer lo mejor de nosotros.
Abandonar las certezas y abrazar lo incierto requiere coraje y sobre todo práctica.
Por decirlo así, es un ejercicio.
Hay que mover el cuerpo, saltar desde el trampolín más alto de la piscina y estar en una actitud de observacion y exploración constante.
El valor de la incertidumbre es que nos pone en el mejor escenario para pensar y actuar.
Si aceptamos el Cambio y la Incertidumbre como condiciones naturales de los tiempos que corren, un par de posibles preguntas serían importantes de considerar:
- ¿Cuales son las nuevas modalidades de trabajo que se abrirán, o están abriendo, los Arquitectos del siglo XXI?
- ¿Cuál es el rol de los Arquitectos en esta nueva época que nos toca vivir?
- ¿Cuáles son nuestros nuevos ámbitos de conocimiento y acción?
- ¿Cuál es la actitud que guía tu actuar en los tiempos que corren?
Parar poder aproximarnos a algunas respuestas será necesario recurrir a una comprensión generalista de los tiempos que corren.
Levantar la cabeza de la especificidad y ver el todo.
Y una última observacion si se me permite:
Toda adaptación, si bien está condicionada en parte por el ambiente exterior, surge desde el interior.
La adaptación se gesta en nuestra mente. La conciencia precede a la acción.
Quedamos atento a la escucha…
====================================================================
Este Post se enmarca dentro de un trabajo de publicación colaborativa con otras Arquitectas y sus plataformas online.
Nos hemos puesto de acuerdo solo en el titulo del post, más no en el contenido.
«Arquitectura, Un Oficio Ancestral en la Era Digital: Desafíos y Posibilidades»
Te invito a revisar lo que Elena y Paula han reflexionado sobre esto:
También nos gustaría invitarte a que conozcas el Grupo de Facebook: Arquitectos Online, en el que eres bienvenid@. Allí podrás compartir con nosotros tu trabajo y tu vida cotidiana como Arquitecto. Te esperamos.
Crédito Imagen del Post: Retrato-mosaico de Charles Darwin en la revista TIME © Charis Tsevis, TIME Inc. 2009 (licencia CC)
¿Quieres que te ayude a avanzar con el proyecto de tu casa?
< 3 formas de como puedo ayudarte >
1
ASESORÍA ESTRATÉGICA
Trabamos 1 a 1 durante una hora y te llevas consejos prácticos para tomar buenas decisiones, una hoja de ruta con las próximas tareas y material de apoyo según tus necesidades.
NUESTROS CURSOS FORMATIVOS
Dispones de µas de 15 cursos (por cada curso accedes a 4 sesiones en video, audio, presentaciones en pdf y materual de estudio). Cursos 100% online que los realizas a tu ritmo.
SERVICIO PREMIUM
2
3
Abre un concurso de arquitectura para el diseño de tu casa. Hemos extrapolado, desarrollado y apropiado la modalidad de los concurso de arquitectura a las viviendas, con resultados muy estimulantes y económicamente convenientes para nuestros clientes.
Muy buenas reflexiones, si señor,
Me ha encantado el video»A Brief History of Housin» muy chulo.
Lo que me ha quedado claro de estos tres artículos de la serie, es que desde nuestra formación básica como arquitectos tenemos un abanico amplio de posibilidades, eso sí, si conseguimos bajar del pedestal y conectar con lo que la sociedad y la incertidumbre nos pide.
Un abrazo
Hola Elena.
Es un buen video y en general me gusta el trabajo de Jackie Lay.
Creo que a partir de los artículos escritos y los comentarios tenemos material para seguir explorando.
Hay una brecha indiscutible entre los arquitectos y la sociedad y eso hay que encararlo ya!!!
Ya que esa distancia no beneficia ni a la gente y a los arquitectos. Habra que pensar en ello, pero lo mejor de todo creo que estamos trabajando en eso…
Recibe un abrazo y seguimos en contacto,
Igma
¡Hola, Igma!
He leído los artículos de Paula y Elena, y veo que habéis coincidido en algunas cosas. Le he comentado a Paula el tema de la especialización en la línea que tú describes, aunque yo lo he llamado modelo en F. 🙂
Me parece muy interesante tu artículo y las preguntas que planteas al final, y creo que para responderlas deberíamos empezar por tener clara la última de ellas.
Tengo la impresión de que el papel del arquitecto en la sociedad actual y futura debe centrarse en la actitud de servir, de ser útil. Es inútil pensar en concretar más si no empezamos por ahí.
Se trata, pues, de bajar de nuestro pedestal y empezar a escuchar, a entender qué quiere la sociedad de nosotros y por qué nos hemos distanciado de ella durante tantos años. De ese modo, podremos ser útiles e impulsores de una sociedad mejor.
Para ello, empecemos por la pequeña escala: nuestros clientes. Cada uno de ellos merece ese trato, un diálogo en pie de igualdad en el cual se sienta comprendido.
Cuando cerremos esa brecha entre arquitecto y cliente, entre sociedad y arquitectura, las respuestas a todas las otras preguntas surgirán de modo natural.
Me ha gustado mucho tu artículo, ¡felicidades!
¡Un abrazo!
Hola Joan,
Gracias por tus aportes.
Sin duda que nuestra actitud determinara nuestro rol y aporte como arquitectos. Ya tu sabes de eso…
La idea del Arquitecto cercano y en actitud de servicio es interesante y me pregunto: ¿Alguna vez tuvimos ese enfoque de trabajo? ¿Fue algo que perdimos o que debemos empezar a cultivar?
He visto con entusiasmo algunos proyectos pilotos de enseñar arquitectura en las escuelas, lo cual me parece una excelente idea. Creo debemos de empezar a popularizar nuestro trabajo, que la gente sienta cerca la arquitectura (que de hecho es algo muy cotidiano para todos).
Se me ocurren 2 posibles escalas de trabajo (seguro hay mas) a través de los proyectos de espacios públicos y de viviendas.
Creo hay que seguir explorando y escribiendo sobre el tema…
Pero seguro la actitud es lo primero, coincido contigo en eso.
Saludos y gracias por ayudarnos a reflexionar.
Igma
Hola Paula. Me gusta que te guste!!!
Ha sido interesante ver como tanto en tu artículo como en el Elena, hay muchos puntos de contacto.
Creo que diagnostico está más o menos claro.
Las posibilidades están ahí y juntos a otros colegas tendremos que ir abriendo los nuevos frentes de trabajo de nuestro querido y ancestral oficio.
Un abrazo.
Hola Igma.
¡Me ha encantado tu artículo, qué interesante!
Conincido totalmente en que tenemos que encontrar el adecuado equilibrio entre los conocimientos generalistas y la especialización… eso, junto las preguntas abiertas que planteas en el post, son la clave del futuro. No sólo de nuestra profesión, sino de toda la sociedad.
Me encantaría conocer la opinión de otros compañeros. Estoy deseando leer más comentarios.
Un abrazo.
Paula